Si hubiese sido Mio no hubiese dejado a Mayu, aunque más de una vez me hubiese planteado dejarla. Lo de mirar al fondo del abismo, no lo haría, más que nada porque te lo dicen "el que mira al fondo es cegado" (no textualmente, jeje), y realmente, después de tantos sustos, no creo que tuviese ganas de despegar la mirada de Mayu.